Dada su naturaleza artesanal, algunos cuencos pueden presentar ciertas irregularidades en sus paredes, lo que ocasiona que al frotar con la baqueta no cante del todo bien o su volumen sea bajito.
Estos cuencos son perfectos para percutirlos con la baqueta o bien para frotarlos con la parte de madera de esta. Las frecuencias sonoras que son emitidas por estos cuencos, son ideales para inducir a estados de relajación, ya que se asemejan mucho al sonido binaural de dos cuencos.